El cantante y compositor puertorriqueño Wilkins presentará su gira “Truenos y Silencios” el sábado 18 de enero a las 8:30 p.m. en la Sala Principal Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito de Santo Domingo, República Dominicana.
Wilkins conversó con David Ruiz, en el espacio GenteRD TV, donde dio detalles inéditos de su primera vez en el país.
Las historias de los artistas suelen estar llenas de momentos fortuitos, de casualidades que terminan marcando su camino. Tal es el caso de la primera visita a República Dominicana del eterno Rockmantico, que lejos de ser planificada, fue un accidente transformado en aventura.
Todo comenzó cuando, debido a un imprevisto en México, se les dio un ultimátum de 24 horas para abandonar el país. Con un presupuesto limitado, el destino más cercano y accesible resultó ser República Dominicana. A los 16 años, junto a su compañero de viaje, Wilkins aterrizó en la isla sin saber lo que el destino le tenía preparado.
Al caminar por la histórica calle El Conde, una persona desde el otro lado de la vía reconoció su rostro. Se trataba del gran artista dominicano José Lacay quien le abordó: “¿Usted estuvo en televisión la semana pasada en Puerto Rico?”, preguntó emocionado. Fue entonces cuando la casualidad se convirtió en oportunidad. El hombre, también cantante, les recomendó un lugar donde podrían ganarse la vida por unos días: un pequeño salón conocido por su ambiente bohemio.
Ese lugar, que aún existe según recuerda, se convirtió en su escenario inicial en República Dominicana. Las primeras noches pasaron casi desapercibidas, pero el boca a boca hizo su magia. La calidad de sus presentaciones atrajo cada vez más personas, llenando el local al punto de extender la estancia por semanas.
Aunque las primeras semanas estuvieron llenas de desafíos, cada obstáculo fue un peldaño en la formación artística y personal. Esa experiencia marcó el inicio de una relación especial con el pueblo dominicano, un vínculo que con el tiempo creció hasta convertirlo en una figura ampliamente querida y admirada.
Décadas más tarde, la conexión sería aún más evidente. Su música alcanzó una enorme popularidad en la isla, con más de 30 éxitos que se convirtieron en himnos locales. Entre ellos, una canción que fue utilizada durante años como tema principal del programa televisivo "El Show del Mediodía", consolidando su lugar en el corazón del público dominicano.
“Ese agradecimiento no lo puedo medir. La República Dominicana creyó en mí desde el principio y me regaló momentos únicos, como llenar estadios de béisbol y ver cómo mi música trascendía generaciones. Esa primera experiencia me enseñó a creer en los milagros y en el poder de la fe, porque todo lo que comenzó como un accidente se transformó en una bendición.”
Así, esa primera visita a República Dominicana no solo marcó un capítulo importante en su carrera, sino que dejó una huella imborrable en su vida, un testimonio de cómo las dificultades pueden convertirse en grandes oportunidades.