Michael Jackson no solo dejó una huella imborrable en la música con éxitos como "Billie Jean", "Thriller" y "Bad", sino que también revolucionó el mundo del baile

Michael Jackson no solo dejó una huella imborrable en la música con éxitos como "Billie Jean", "Thriller" y "Bad", sino que también revolucionó el mundo del baile con sus icónicos y sofisticados movimientos. Entre ellos, el Moonwalk se convirtió en su sello, pero fue en el videoclip de "Smooth Criminal" (1987) donde sorprendió a sus seguidores con un paso que desafió la gravedad: una inclinación de 45 grados hacia delante, manteniendo el cuerpo completamente recto.

Este movimiento, que desconcertó a fanáticos y expertos en baile por igual, fue estudiado a fondo por científicos que, décadas después, revelaron la explicación detrás de la hazaña en un artículo publicado en el Journal Neurosurgery. En el estudio, se analizó la inclinación de Michael Jackson y se determinó que, aunque los bailarines altamente entrenados pueden inclinarse hasta 30 grados gracias a la fuerza de su tronco, lo que logró el "Rey del Pop" requería algo más que habilidad física.

El secreto de este truco

Radica en una combinación de talento, invención y un ingenioso diseño técnico. Jackson patentó unos zapatos especiales con un hueco en forma de "V" en el tacón, que se enganchaba a unos tornillos fijos en el suelo del escenario. Este sistema, combinado con la increíble fuerza de su núcleo, sus tendones de Aquiles y los músculos de su columna, le permitió inclinarse más allá de los límites convencionales del cuerpo humano, creando así una ilusión de gravedad desafiada.

A pesar de este ingenioso mecanismo, la proeza de Michael Jackson no es fácilmente replicable. Incluso con los zapatos especiales, la inclinación de 45 grados sigue siendo extremadamente difícil de lograr sin la fuerza muscular adecuada y un control absoluto del cuerpo. El truco requería un equilibrio perfecto entre tecnología y la capacidad física única de Jackson, consolidando así su estatus como un pionero no solo de la música, sino también del espectáculo visual.

El movimiento de "Smooth Criminal" es solo uno de los ejemplos que demuestra cómo Michael Jackson no solo era un cantante extraordinario, sino un artista comprometido con romper barreras y sorprender al mundo con su innovación.

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