Impacto Positivo de la Industria Cinematográfica en República Dominicana
Industria Cinematográfica RD

La industria del cine en la República Dominicana enfrenta una encrucijada ante la posible modificación o eliminación de la Ley No. 108-10, pieza fundamental que ha impulsado el crecimiento del sector desde su promulgación en 2010.

Esta legislación, que establece incentivos fiscales para la producción cinematográfica en el país, está en riesgo de ser alterada como parte del proyecto de reforma fiscal que el gobierno pretende discutir en los próximos días.

En un video que circula en redes sociales, los principales actores de esta industria dan decenas de beneficios de la referida ley.

El pasado viernes, la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine) organizó una reunión de emergencia en el Paraninfo de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que contó con una masiva asistencia de productores, directores, actores y otros actores clave de la industria.

La convocatoria, motivada por la amenaza percibida a los pilares que sostienen la cinematografía dominicana, reflejó la urgencia con la que el sector busca defender su espacio en la economía nacional.

Uno de los cineastas más vocales en esta defensa es José María Cabral, destacado director dominicano cuyas películas, como El proyeccionista y Carpinteros, han sido aclamadas a nivel internacional. Cabral, quien pertenece a una nueva generación de cineastas que ha florecido gracias a la Ley de Cine, expresó su preocupación por los efectos devastadores que podría tener cualquier cambio en la legislación.

"Eliminar o modificar los artículos 34 y 39 de la Ley de Cine sería fatal para la industria", afirmó Cabral. "Estos dos incentivos trabajan en conjunto para desarrollar una industria cultural que no solo crea empleos, sino que también genera riqueza para el país. El artículo 34 permite la formación de talento dominicano, la creación de historias locales y su difusión en el mundo, mientras que el artículo 39 trae inversión extranjera que fortalece nuestra economía".

La reunión de Adocine no solo sirvió como un espacio para exponer estas inquietudes, sino también para organizar estrategias en defensa de la ley. El presidente de la asociación, acompañado por representantes de varios gremios del sector, destacó los logros alcanzados en la última década: más de 100 producciones cinematográficas, reconocimiento internacional y una inyección multimillonaria de dólares al turismo y otros sectores productivos gracias a las producciones rodadas en suelo dominicano.

Los números de la Industria del cine hablan por sí solos

La Ley No. 108-10 no solo ha permitido el crecimiento de una nueva clase de cineastas locales, sino que ha posicionado al país como un destino atractivo para las producciones internacionales. Grandes estudios de Hollywood han filmado en las playas y montañas dominicanas, mostrando al mundo las bondades del país, mientras que cada rodaje genera miles de empleos directos e indirectos, beneficiando a las comunidades locales.

"La industria del cine es una de las pocas que exporta no solo productos, sino también nuestra cultura y los activos turísticos de la República Dominicana", señaló Cabral. "Cada película que se filma aquí promueve al país en las pantallas de todo el mundo, impulsando el turismo y creando oportunidades para miles de personas".

El impacto potencial de la eliminación o modificación de los incentivos fiscales sería catastrófico, no solo para el sector cinematográfico, sino para la economía en general. Cabral y otros miembros de la industria coinciden en que las inversiones extranjeras disminuirían drásticamente, afectando la creación de empleos y limitando la posibilidad de que el cine dominicano continúe exportando su talento y sus historias.

"Estamos hablando de más de mil estudiantes que hoy se forman en nuestras universidades y escuelas de cine", destacó Cabral. "Si se modifican los incentivos, estaríamos cerrando la puerta a una nueva generación de creadores que está ansiosa por contar nuestras historias al mundo".

El gobierno, por su parte, aún no ha dado declaraciones definitivas sobre el destino de la Ley No. 108-10 en el marco de la reforma fiscal. Sin embargo, el sector cinematográfico está preparado para defender una legislación que ha sido clave en su desarrollo, señalando que cualquier cambio podría revertir años de progreso y dejar al país fuera del mapa cinematográfico internacional.

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