París, Francia. – El pasado 6 de agosto, el Museo del Louvre fue escenario de un inusual y perturbador incidente cuando una mujer se despojó de su ropa frente a la Mona Lisa, la icónica obra de Leonardo da Vinci. El acto, realizado ante cientos de turistas, trabajadores y cámaras, dejó a los visitantes del museo en estado de asombro y conmoción.
La mujer, cuya identidad no ha sido revelada, se colocó frente a la famosa pintura, exponiendo sus genitales antes de ser rápidamente detenida por los guardias de seguridad del museo. El hecho capturó la atención de todos los presentes, convirtiéndose en uno de los episodios más comentados en las redes sociales y los medios de comunicación.
Este no es el primer incidente controvertido que involucra a la Mona Lisa, una de las obras más reconocidas y veneradas del mundo. La pintura ha sido objeto de varios atentados iconoclastas y protestas a lo largo de su historia. El más reciente, antes del incidente del 6 de agosto, ocurrió el 28 de enero, cuando activistas lanzaron sopa contra el cristal protector de la obra, en un intento de llamar la atención sobre el derecho a una alimentación sana.
Aunque la intervención de la seguridad del Louvre impidió que la situación escalara, el evento del 6 de agosto se suma a la lista de episodios que reflejan la capacidad de esta obra maestra para evocar reacciones intensas y diversas en quienes la contemplan.
Estos incidentes resaltan cómo la Mona Lisa continúa siendo un símbolo cultural potente, capaz de inspirar desde admiración hasta actos extremos de protesta.