Santo Domingo Norte. – En un emotivo acto cargado de música, color y sentimiento popular, la comunidad de Sabana Perdida Sur despidió este fin de semana a Juan Alberto de los Santos, cariñosamente conocido como “Memín”, destacado propulsor cultural y presidente de una de las juntas de vecinos del sector Luis Manuel Caraballo.
Amigos, familiares, comunitarios y representantes del movimiento carnavalero se reunieron para rendir homenaje a quien en vida fue un referente del carnaval municipal y nacional, reconocido por su entrega, alegría y compromiso con la preservación de las tradiciones dominicanas.
Desde la funeraria, el cortejo fúnebre fue acompañado por una multitud que acompañó el cuerpo de Memín hasta el icónico punto de encuentro del barrio, conocido como “Las 5 Esquinas”, lugar donde solía organizar actividades carnavalescas y comunitarias.
Allí, entre ritmos de salsa, comparsas y máscaras, se unieron delegaciones de carnavaleros del Distrito Nacional y otras zonas del Gran Santo Domingo, quienes rindieron tributo a su legado. Posteriormente, el cortejo partió hacia el cementerio, donde, en medio de un homenaje con globos blancos, se le dio cristiana sepultura.
En la cuenta oficial de Los Diablos de Sabana Perdida, agrupación a la que perteneció y con la que impulsó diversas expresiones carnavalescas, se expresó un sentido mensaje en su honor:
“En nombre de toda la familia carnavalera, expresamos nuestro más profundo pesar por el fallecimiento de Juan Alberto de los Santos (Memín). Hoy despedimos a una leyenda del carnaval, cuyo legado permanecerá vivo en cada comparsa, en cada máscara y en cada corazón que vibra con esta tradición. A sus familiares, amigos y compañeros, les extendemos nuestras sinceras condolencias y nuestro compromiso de mantener viva su memoria y su ejemplo. Descansa en paz, Memín. Tu espíritu seguirá siendo parte del color y la alegría de nuestro carnaval.”
El legado de Juan Alberto “Memín” de los Santos trasciende más allá del carnaval: representa el espíritu de comunidad, cultura y alegría que caracteriza a Sabana Perdida y al pueblo dominicano.